A lo largo de este ensayo, dividido en dos partes, se hace una valoración global de la poesía de Valente, atendiendo al especial vínculo que dentro de su obra mantuvieron la palabra-creativa y la palabra-pensamiento. En el primer apartado: «Hasta dónde llega una palabra», se muestran las reflexiones del autor acerca de «el lugar del canto», ese espacio que ya desde sus libros iniciales sintió la necesidad de levantar sobre la morada arruinada del lenguaje, en un «tiempo de miseria» y retóricas usurpadoras del verdadero decir poético. De manera paralela, se produce en Valente la conquista de una tradición literaria propia, fruto del acercamiento a las principales corrientes de la literatura, las artes plásticas, la música, la filosofía y la reflexión estética contemporánea. Los nombres de Juan Ramón, Cernuda, Celan, Jabès, María Zambrano, Webern o Tàpies representan algunos de los principales hitos dentro de ese itinerario, que tiene su reflejo más temprano en las páginas de Las palabras de la tribu y su Diario anónimo. La segunda parte: «La palabra sumergida», transita a lo largo de todos sus libros, prescindiendo de la cronología o las llamadas «etapas» de Valente, tan proclives a crear una ortodoxia en torno al autor. Con la expresión «palabra sumergida» se hace mención a distintos registros de su poética: la necesidad de mantenerse al margen de la superficie que llamamos actualidad, su acercamiento a los procedimientos creativos de la mística, su visión de lo inefable como un sustrato que forma parte de los depósitos del lenguaje, o sus relaciones entre la atonalidad, el fragmentarismo y una estética del silencio. El propósito es demostrar que la palabra sumergida de Valente es una palabra afirmadora, que nunca enmudece ni cae en un nihilismo estéril. Poeta de la radical inmanencia y de la memoria material del mundo, es posible discernir a lo largo de su obra una «metafísica del arte», en los términos que la concibieron Nietzsche o Heidegger.
Through out this essay, divided into two parts, a global assessment of Valente’s poetry is made, taking into account the special link that the creative-word and the thought-word maintained in his work. In the first section, «How far does a word go», the author›s reflections on «El lugar del canto» are shown, that space which he felt the need to build, on the ruined home of language from his very first books, in a «Time of Misery» and usurping rhetoric of true poetic saying.
In parallel, there is the conquest of a literary tradition in Valente, the result of the approach to the main trends of literature, plastic arts, music, philosophy and contemporary aesthetic reflection. The names of Juan Ramón, Cernuda, Celan, Jabès, María Zambrano, Webern or Tàpies represent some of the main milestones within that itinerary, which has its earliest reflection in the pages of Las palabras de la tribu and Diario anónimo. The second part, «The word submerged», travels through out all his books, regardless of the chronology or the so-called «stages» of Valente, so likely to create an orthodoxy around the author. With the expression «Submerged Word» different records of his poetics are referred to: the need to stay away from the surface that we call current existence, his approach to the creative processes of mysticism, his vision of the ineffable as a substratum that is part of the deposits of language, or the relationships between atonality and fragmentation with an aesthetic of silence. The purpose is to demonstrate that Valente’s submerged word is an asserting word, which never keeps silent or leads to vain nihilism. Poet of the radical immanence and the material memory of the world, it is posible to discern through out his work a kind of «metaphysics of art», in the terms conceived by Nietzsche or Heidegger.