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Ignacio Tremiño Martínez
Este trabajo destaca la importancia de consolidar la marca país como una estrategia que permite ganar cuota de mercado para los productos nacionales y refuerza los instrumentos de política exterior. La mejora en la reputación de los países es un elemento clave en nuestra sociedad globalizada.
El idioma es uno de los vectores que conforman la marca país. El español es uno de los principales idiomas internacionales, con un prometedor futuro de expansión, y por tanto un activo valioso para la marca país de cualquier nación hispanohablante. Sin embargo, su imponente número de hablantes no se traduce en un elevado prestigio ni en una presencia consolidada en foros internacionales.
Es fundamental que los países hispanohablantes tomen conciencia de la importancia que tiene el idioma y de su valor económico, para que así asuman la necesidad de una promoción conjunta del mismo a través de la creación de una marca común, con la que superar los esfuerzos individuales.
En el pasado, especialmente en el siglo XIX, se propusieron teorías panhispanistas con el objetivo de crear una comunidad política y económica de naciones hispanas. Esta concepción ha quedado hoy abandonada, y ha sido sustituida por un panhispanismo lingüístico auspiciado por las academias de la lengua, que debe ahora dar un paso más para adentrarse en el terreno del marketing a través de una marca hispana global basada en el idioma.
Th is paper highlights the importance of developing a nation branding strategy to increase market share for domestic products and strengthen foreign policy tools.
Improving national reputation is a key element in our current global society. Th e language is one of the vectors that contributes to confi gure a nation brand. Spanish is one of the main international languages, with a promising future expansion, therefore a valuable active to build a nation branding strategy for any Spanish-speaking country. However, its impressive number of native speakers doesn’t turn into a high prestige nor a consolidated presence in international forums. It is essential that the Spanish-speaking countries become aware of the importance of the Spanish language and its economic value, in order to address a joint promotion of it through the creation of a common brand, with which to overcome individual promotion eff orts.
In the past, especially during second half of the nineteenth century, pan-Hispanic theories have been proposed with the aim of creating a political-economical community of Spanishspeaking nations. Th is conception is now overcome, and has been replaced by a linguistic pan-hispanism promoted by the academies of the Spanish language, guarantors of Spanish language unity. Linguistic pan-hispanism must now take a further step to develop itself into a marketing strategy through a Hispanic global brand based on the language and to promote it.
