La reformulación es un fenómeno discursivo que consiste en volver sobre una parte del discurso para matizarla, explicarla, corregirla o resumirla porque se interpreta que no ha quedado del todo clara o porque el hablante estima que podría expresarse de manera más adecuada. Lo más habitual es manifestarla mediante el uso de marcadores discursivos, entre los que destaca o sea como el reformulador prototípico de la lengua oral. Su análisis sociolingüístico en el español de Granada ha demostrado la relación de su uso con factores sociales como la edad y el nivel de estudios, así como la variable sexo en combinación con la variable edad. Como resultado, constatamos que los hablantes de nivel bajo son quienes menos utilizan la partícula o sea (18,77 %). Sin embargo, contrariamente a otros trabajos como los de San Martín Núñez (2014) o Hernández (2016), hemos hallado que la generación más joven la utiliza en menor proporción que el resto. Además, hemos podido demostrar la existencia de hasta cuatro funciones de o sea distintas a la explicativa, entre las que destacamos la función expletiva, que ha aparecido en niveles muy inferiores a los previstos inicialmente (6,16 %).
Th e reformulation is a discursive phenomenon that consists of returning to a part of the speech to qualify it, explain it, correct it or summarize it because the speaker has interpreted that it had not been clear enough. Th e most common procedure is to manifest it through the use of discourse markers, being “o sea” the prototypical reformulator in the oral speech. Its analysis in the Spanish of Granada has shown the relationship of its use with social factors such as age and educational level, as well as the connection between sex and age of speakers. As a result, we have discovered that low-level education speakers are the people who use this particle the least (18.77 %). However, contrary to the works by San Martín (2014) and Hernández (2016), we found that the younger generation uses less “o sea” than other speakers. In addition, we demonstrated the existence of other four functions of “o sea,” diff erent from the explicative value, and among them we highlight the expletive function, which appeared at levels much lower than we initially expected (6.16 %).