Desde la Antigua Grecia los primeros científicos que se dedicaron al estudio de la óptica, idearon sistemas de espejos planos enlazados con distintos ángulos que denominaron máquina catóptrica o espejo teatral. El jesuita Athanasius Kircher recuperó dichas investigaciones para construir sus diferentes cajas catóptricas y teatros ilusorios. Gian Lorenzo Bernini, en su faceta como director y escenógrafo, utilizó falsos espejos mezclando realidad y ficción para generar “la maravilla”y el entretenimiento del público. Este artículo explica el uso del espejo en las artes escénicas como elemento de diversión, y en la creación de espacios ambiguos que generan heterotopías.
Since Ancient Greece, a varied group of scientists polymaths studying vision, optics and mirrors, elaborated on what they described as the machina catoptrica or theatrical mirror: a series of different of machines or devices created by placing mirrors together, aiming for reflecting surfaces at different angles. The jesuit Athanasius Kircher elaborated on these experiments with his curiosity boxes and small theaters. Artists such as Gian Lorenzo Bernini also used faux large mirrors to generate a similar illusion of equivocating beauty with science and thus generate “la meraviglia” of amusement. The paper traces the use of mirrors in the performing arts beyond amusement, with special attention to the creation of ambiguous spaces called heterotopias