Las Décadas de Indias (1601-1615) de Antonio de Herrera y Tordesillas publican unos documentos de la Corona que demuestran su preocupación por los indios. Asumiendo la denuncia lascasiana de los crímenes coloniales, Herrera exalta sin embargo la misión providencial confiada por las bulas alejandrinas a la Monarquía y ensalza a los grandes capitanes de epopeyas. Herrera discierne en una administración en construcción la noble intención y las buenas acciones de unos dignos agentes de la Corona, en parte malogradas por las distancias y unos vasallos criminales. En el contexto de los desgarramientos confesionales en Europa, el cronista mayor de Castilla y de Indias defiende la Corona, y justifica históricamente la acción de los castellanos, los más nobles súbditos del primer gran reino de la Península ibérica, de vocación universal. De la dialéctica de los puntos de vista tomados en cuenta emerge el espacio metódico de un discurso de pretensión verídica, credible en el ámbito ibérico y difícilmente falsificable entre la República de las Letras. Su objeto : grabar a fuego en la historia oficial los derechos de los castellanos y de la Monarquía Católica sobre el espacio colonial legítimamente conquistado y por conquistar.
Les Décadas de Indias (1601-1615) de Antonio de Herrera y Tordesillas publient des documents de la Couronne attestant de son souci des Indiens. Assumant la dénonciation lascasienne des crimes coloniaux, Herrera exalte néanmoins la mission providentielle confiée par les bulles alexandrines à la Monarchie et encense les grands capitaines d’épopées. Herrera discerne dans une administration en construction la noble intention et les bonnes actions des dignes agents de la Couronne, malmenées par les distances et des vassaux peu zélés ou criminels. Dans le contexte des déchirements confessionnels en Europe, le cronista mayor de Castille et des Indes défend la Couronne, et justifie historiquement l’action des Castillans, pour la plupart nobles sujets du premier grand royaume de la Péninsule ibérique, à vocation universelle. De la dialectique des points de vue pris en compte émerge l’espace méthodique d’un discours à prétention véridique, crédible au plan ibérique et malaisément falsifiable au sein la République des Lettres. Son objet : inscrire dans le marbre de l’histoire les droits des Castillans et de la Monarchie Catholique sur l’espace colonial légitimement conquis et à conquérir.