Antonio Aguilar
El conjunto de la obra poética de Rafael Ballesteros, publicada a lo largo de las cuatro décadas que van de 1969 a 2010, no solo puede leerse como seguro puente entre las preocupaciones sociales de los 50 (gracias a la imbricación de la memoria personal en la memoria social) y la riqueza expresiva de los 70 (a través de la sabia manipulación de un lenguaje de ecos neovanguardistas), sino también como una apuesta vital, estética y reflexiva que sigue manteniendo su vigencia a través de la obra de algunos de los poetas más jóvenes y cercanos.
The whole of Rafael Ballesteros’ poetic work, published over four decades (1969-2010), cannot only be read as a bridge between the social concerns of the 1950s (thanks to the imbrication of his personal memory into his social one) and the expressive richness of the 1970s, but also as a vital, aesthetic and reflexive commitment that is still valid and present through the work of some of the closest and youngest poets.