Gilles Bienvenu
En el De Orbe Novo, cuya elaboración empieza seis años después de su debate con Las Casas en Valladolid, Sepúlveda se propone demostrar que, tan pronto como se habían conocido los logros del primer viaje de Colón, la Corona española había claramente definido un objetivo de Conquista de los territorios descubiertos. Sepúlveda establece un balance muy sombrío de la Conquista del Caribe. Pero la mayor parte del De Orbe Novo establece la conformidad de los actos de Cortés al derecho vigente en el momento de la conquista de México : Cortés no se alejó de sus Instrucciones, ni rompió con el orden jurídico e institucional español. Su actuación quedó en todas circunstancias enmarcada en los límites del derecho de gentes. Si finalmente tuvo que guerrear contra los Mexicas para hacerse de Tenochtitlán, lo hizo a petición de los Tlaxcaltecas, cuyo poder soberano en este momento no se puede poner en duda. La Corona española no tiene desde luego motivo para despreciar esa actuación, a la inversa de lo que afirma Las Casas. El De Orbe Novo nos recuerda que la ruta de Cortés fue también, y desde el primer día, guiada por el derecho de su tiempo.
Dans le De Orbe Novo, qu’il commence à écrire six ans après la controverse de Valladolid, Sepúlveda s’attache à démontrer que, sitôt connus les résultats du premier voyage outre Atlantique de Colomb, la Couronne espagnole s’était bien fixé pour but la conquête des territoires découverts. Après avoir dressé un tableau rapide et très sombre de l’action des Espagnols dans la Caraïbe, il consacre l’essentiel du De Orbe Novo à examiner la conformité de l’action de Cortés aux diverses sources de droit existant à l’époque : Cortés, dit-il, s’est conformé aux Instructions qui lui avaient été données. Il n’a, à aucun moment, violé l’ordre institutionnel espagnol. Son action s’est constamment inscrite dans le respect du droit des gens. Et s’il est finalement entré en guerre contre les Mexicains pour s’emparer de Tenochtiltlán, c’est à la demande souveraine des Tlaxcaltèques. La Couronne n’a donc aucun motif pour désavouer cette action, comme Las Casas l’y a incitée. L’intérêt du De Orbe Novo est de rappeler que l’action de Cortés fut constamment normée par le droit.