Los grupos menos desarrollados económicamente con respecto a los estratos prestigiosos, son vistos como inferiores por éstos últimos, lo que produce actitudes de rechazo a sus modos de vida y a sus formas lingüísticas. El trabajo que presentan José María Buzón, Ma. Begoña Gómez y José Ramón Gómez muestra la importancia de realizar estudios empíricos en relación con las actitudes lingüísticas en una comunidad de habla, sobre todo en comunidades bilingües con un perfil sociolingüístico de conflicto en el que una de las lenguas en uso se considera con mayor prestigio.