María José Alonso Veloso
Este artículo pretende explicar las razones, aun no debidamente aclaradas, por las cuales Quevedo corrigió severamente su Política de Dios. Publicada en Zaragoza al comienzo de 1626, al parecer sin su permiso, generó una encarnizada polémica en la que intervinieron, entre otros, el padre Juan de Pineda y Morovelli de Puebla, principales detractores de la obra. El temor a una intervención inquisitorial aconsejó al autor elaborar una versión corregida, “autorizada”, que se imprimió en Madrid a finales del mismo año. Se suponía que la censura de Pineda, conocida indirectamente a partir de la respuesta de Quevedo, podría haber forzado esta versión definitiva, pero sus críticas no justifican tan profunda reescritura. El reciente hallazgo de una nueva diatriba, una Respuesta manuscrita dirigida al confesor del monarca, permite afirmar que Quevedo corrigió su tratado político para sortear este escrito polémico, que pudo inspirar la adición de tres capítulos y los pasajes censurados de mayor relieve. El cotejo del texto de la princeps zaragozana y la edición de Madrid, en relación con el de la invectiva, de alcance religioso y político, demuestra que esta denuncia fue, con toda probabilidad, la que provocó la última versión autorial de Política de Dios.