Parece haber un acuerdo general en que para la historia de la lengua española hay dos grandes etapas, el español medieval y el español moderno, bajo el supuesto de que a partir del siglo XVII el español queda conformado tal como actualmente lo conocemos, sin que desde entonces haya sufrido cambios significativos. La propuesta de este trabajo es que el español ha continuado cambiando, de tal manera que el susodicho español moderno debe dividirse en dos períodos: español clásico hasta el siglo XVII, y español moderno, a partir del siglo XIX. Como argumento presentamos la historia de tres cambios --la evolución de la predicación con verbos causativos emocionales, el desarrollo del valor de futuro de la perífrasis ir a + infinitivo, y la generalización de la construcción duplicada de complemento indirecto--, que apoyan la idea de que el siglo XIX se constituye, efectivamente, en el punto de partida de un tercer período evolutivo.