El artículo intenta ser un balance o juicio critico no sólo de un reciente comentario de Giulio Guidorizzi (Adelphi Edizioni, Milano 2000), sino también del propio Bigino en cuanto mitógrafo. Se presentan los puntos más sobresalientes del comentario, como también los más débiles. Se subrayan las informaciones mitográficas propias o exclusivas del texto de Higino, que en ciertos casos no han sido advertidas por Guidorizzi, indicando la importancia y alcance de algunas de ellas. También se exponen sus "errores", algunos de los cuales tampoco han sido anotados en el comentario.