La comunicación mediante la red de Internet es un fenómeno social muy activo y cambiante. Los aspectos cuantitativos resultan llamativos. En el mundo, más de cien millones de servidores telemáticos ofrecen información a los usuarios, pues albergan dos mil millones de páginas web o sitios de Internet. Con todo, la mayor parte de la información que circula por Internet no está en las páginas sino en el correo electrónico, que cubre un 70% del total de información. A lo anterior hay que añadir los aspectos cualitativos de la red, que son los más destacables y que se refieren a las nuevas situaciones comunicativas y a las oportunidades de las lenguas en esta telaraña global. Pero también a las buenas maneras de los interlocutores, es decir, a la elección del registro y del estilo apropiados, a la cortesía que hay que desplegar y la inteligibilidad de los mensajes. Estas buenas maneras o netiquette tienen un campo de aplicación en las situaciones comunicativas que aporta Internet, que son el correo electrónico, los grupos de conversación o chat, los entornos de juego en línea y las páginas web. De estas situaciones, nos ocupamos aquí del correo, para comentar las operaciones habituales en su uso y el efecto de la cortesía en sus comunicaciones.