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Ana Laguna Martínez
En el relato, el conflicto se genera cuando el objeto-Job considera que la relación de poder que el sujetoDios mantiene con él no respeta esta ley sino que es arbitrario y, por tanto, injusto.6 Por su parte, la importancia del poder en la obra de Arlt ha sido analizada por la crítica en relación a su contexto social y como fuerza de acción inmanente.7 Los siete locos y su continuación Los lanzallamas tienen dos personajes principales: Es más, Job se somete a Dios de manera absoluta,9 acatando su voluntad piadosamente y bendiciendo a Dios cuando le llegan las desgracias (Jb 1,20-21 y Jb 2,10).10 Sin embargo, en Arlt la humanidad entera sufre el sentimiento jobiano de incomprensión de los designios de Dios y queda sin respuesta ante las mismas quejas -es, entonces, otro rol actancial de objeto-. No importa que lo llamen para resolver sus asuntos personales. ¡Y cuántas almas están gritando despacio, despacito: "¡Dios, no me abandones, por favor!" ¿Se ha calculado cuántas criaturas antes de dormirse rezan a hurtadillas del padre oblicuo en la cama o de la madre detenida frente a un ropero entreabierto: "No nos dejes, Dios por favor"? (Arlt 302-03) La problemática de Job no es la existencia de Dios, sino la posible arbitrariedad de sus designios, es decir, la cuestión de la teodicea, que se basa en la conciliación de Dios, esencialmente bueno, con la existencia del mal: [...] la conducta de Dios, la cual parece adjudicarle demasiada parte en la existencia del mal, aun cuando el hombre fuese libre y tuviese también su parte. Por ello, Erdosain rechaza trabajar lícitamente como parte de una existencia burguesa, echando en cara a su esposa la reprobación de sus aspiraciones de inventor, y finalmente robando en la empresa azucarera.
