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Abel Albet i Mas 
En Cataluña entre 1880 y 1936 se publicaron numerosos relatos de viajes al Norte de África, escritos por religiosos, militares o comerciantes, que lo presentaban como el Oriente español. Como en el resto de España, dichos textos crearon discursos e imaginarios que, en el caso de Cataluña, adquirieron unos rasgos particulares al contribuir a definir la identidad nacional catalana en el contexto español de la época. Así, tras ser rápidamente diseminado entre la intelectualidad catalana, el orientalismo catalán en relación con Marruecos convierte a este protectorado español en un espacio material, representacional y textual ‘intermedio’: al denunciar los problemas y efectos negativos de la colonización que España estaba llevando allí, se estaba clamando por implementar otro tipo de colonialismo (más cercano al francés) a la vez que contribuía a elevar la conciencia nacional catalana. En este sentido, el papel de África en el marco orientalista español de la época puede verse como un juego de espejos entre Cataluña y España
