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En la novela Los secretos de San Gervasio (1994) del escritor, crítico y traductor Carlos Pujol (1936-2012), Sherlock Holmes trata de resolver un caso en Barcelona y se enfrenta con el fracaso de su supuestamente infalible lógica racional. Nos proponemos mostrar, en primer lugar, que en esta novela se lleva a cabo una elevación y parodia del género policíaco mediante la inversión irónica de los elementos característicos del relato de detectives. En segundo lugar, veremos que la obra plasma la concepción de Carlos Pujol de la literatura como una diversión inteligente. Finalmente, se defiende la hipótesis de que la novela mantiene una relación intertextual con el Quijote de Cervantes, referente de narración con ambición literaria que divierte de forma inteligente con una parodia de su género, que incorpora mediante la ironía reflexiones metaliterarias y que aborda el tema del fracaso personal. Holmes deja de ser un personaje plano para incorporarse a una novela literaria.
