Elisabeth Flores
La cultura mexicana ha sido caracterizada como un sistema pragmático con una tendencia predominantemente a la imagen positiva cuya función es quedar bien con el otro para satisfacer las necesidades del oyente de pertenencia a un grupo (Bravo, 1998; Curcó, 2007; Félix-Brasdefer, 2006, 2009; Hernández Flores, 2009). Por lo tanto, esta es una cultura donde los enfrentamientos y las transgresiones se tratan de evitar para eludir problemas (Curcó y De Fina, 2002). La insistencia es un acto que comúnmente se lleva a cabo cuando se realiza un rechazo a un acto de habla. En este artículo, la insistencia se refiere a la repetición del acto de invitación u ofrecimiento que se origina a partir de un rechazo. Las estrategias de cortesía positiva (Brown y Levinson, 1987) han sido identificadas como una característica de la cultura mexicana, por lo que el rechazo y por consiguiente la insistencia podrían crear un conflicto debido a que el hablante utiliza actos de habla que amenazan la imagen positiva del oyente. De modo que una de las preocupaciones del hablante al interactuar es proteger la imagen positiva del otro y evitar la descortesía (Mugford, 2011), ya que, la descortesía se podría presentar al momento de percibir la insistencia como negativa. El objetivo de este estudio es analizar la percepción de la insistencia en la cultura mexicana cuando se repite un ofrecimiento o una invitación para determinar si esta conducta lingüística es percibida como cortes o descortés. 80 estudiantes universitarios mexicanos participaron en 8 situaciones de “juego de roles” (que tomaron en cuenta el poder y la distancia social entre los interlocutores) y respondieron a una entrevista retrospectiva semi-estructurada para conocer las percepciones de la insistencia en estas situaciones. Los resultados obtenidos se analizaron con base en la conducta lingüística política vs. no política propuesta por Watts (2003) y con base en las normas socioculturales de México evidentes en cada situación. Estos hallazgos parecen indicar que la insistencia puede tener dos caras: cortés o descortés dependiendo de las variables contextuales.