Arrondissement de Bordeaux, Francia
El objetivo de esta contribución es el de estudiar el sistema argumentativo que se encuentra en un diálogo publicado en 1556 por el humanista valenciano Fadrique Furió Ceriol. Se trata de una obra compuesta en latín cuyo título es: Bononia, sive de libris sacris in vernaculam linguam convertendis. El análisis se concentra en la dispositio de los argumentos de los dos contrincantes, Bononia (que esgrime los argumentos en contra) y el mismo Furió, que es el personaje portavoz del autor (y que mantiene su mismo nombre) y que defiende los argumentos a favor en el segundo libro. Esta peculiar y elaborada dispositio le permite al humanista valenciano llevar a cabo su refutatio apoyándose en gran medida en la dispositio. Al optar por un diálogo a distancia, en dos libros, en los que cada uno de los competidores lleva a cabo su demonstratio sin ser interrumpido, Furió consigue hacer triunfar su punto de vista y ello, gracias sobre todo a su estrategia dispositiva. En efecto, elige el orden de intervención, otorgándose a sí mismo el papel del confutador, lo cual le permite volver a repetir, con sus palabras, los argumentos del detractor y llevar a cabo a sus anchas su confutación, siguiendo paso a paso el orden “impuesto” por su contrincante.
L’objectif de cette contribution est celui d’étudier le système argumentatif qui apparaît dans un dialogue en deux livres composé en latin et publié en 1556 par l’humaniste valencien Fadrique Furió Ceriol : Bononia, sive de libris sacris in vernaculam linguam convertendis. L’analyse se concentre sur la dispositio des arguments contre la traduction (avancés par Bononia dans le premier livre) et ceux à faveur (dont se charge Furió, qui est à la fois l’auteur et le personnage de l’œuvre, dans le deuxième livre). En effet, en s’appuyant en grande partie sur la disposition, Furió parvient à rendre crédible sa réfutation, en optant pour un dialogue à distance, dans lequel chaque interlocuteur mène à bien sa démonstration sans être interrompu. Furió choisit , habilement, le rôle de réfutateur, ce qui lui permet de répéter, en les réorientant, les arguments de son contradicteur et de mener à bien sa réfutation en suivant pas à pas l’ordre imposé par ce dernier dans le premier livre.