Philippe Meunier
La supeditación del infanzón don Tello por el rey don Pedro el Justiciero se convierte en el Alcázar de Madrid en una notable dramaturgia de lo que llama el derecho penal romano un juicio de majestad. Paradójicamente, esta ceremonia de sentido judiciario permite la reivindicación de la dimensión carnal del monarca, de lo que llama el texto original su “bizarría” puesta de relieve por un enfrentamiento “cuerpo a cuerpo”. Porque una vez que viste el “manto carmesí”, don Pedro el Justiciero es el cuerpo glorioso de la Monarquía lejos de cualquier proyección alegórica; por lo menos, antes de que venza el último plazo fatídico.
La mise au pas de l’infançon don Tello par le roi don Pedro el Justiciero se transforme au palais royal de Madrid en une remarquable dramaturgie de ce que le droit pénal appelle depuis l’Antiquité un procès de majesté. Paradoxalement, cette cérémonie au sens judiciaire permet la revendication de la dimension charnelle du roi, de sa prestance virile, dans un affrontement qui se décline comme corps à corps. Car une fois qu’il est revêtu du manteau rouge cramoisi, don Pedro el Justiciero est le corps glorieux de la Monarchie loin de toute projection allégorique; du moins, le temps d’un ultime sursis.