María Consuelo Villacorta Macho
Este trabajo presenta las conclusiones del estudio retórico, diplomático y textual de una carta autógrafa de Cristóbal Colón dirigida a la reina Isabel la Católica. La misiva ha sido interpretada por la crítica como un ejemplo de amor cortés, única prueba conservada de una relación secreta entre sus ilustres corresponsales. Sin embargo, el examen documental del escrito, en el marco de la historia de la escritura epistolar, me ha permitido tipificar la carta y perfilar cuál fue su verdadera función. La descripción del documento es compatible con las características propias de las fuentes diplomáticas que conforman la correspondencia colombina. Asimismo, los resultados de la revisión lingüística resultan acordes con los rasgos dialectales y estilísticos que tradicionalmente han sido considerados inherentes a la lengua del Almirante. Todo ello, junto a la información que aporta el propio contenido del texto, me permite afirmar que estamos ante una epístola de petición o súplica, cursada y enviada a la reina Isabel como única destinataria, motivo este último en el que, precisamente, reside su particularidad.
This work presents the conclusions of the rhetoric, diplomatic and textual study of a handwritten letter of Christopher Columbus to Queen Isabel the Catholic. The missivehas been interpreted by the critics as an example of courtly love, the only evidence preserved of a secret relationship between Columbus and the Queen. However, thedocumental revision, within the context of the history of the epistolary writing, has allowed me to categorise the letter and outline what was its true function. The descriptionof the document is compatible with the own characteristics of the diplomatic sources that form the Columbian Correspondence. Also, the results of the linguistic analysis are in compliance with the dialectal and stylistic features that traditionally have been considered attached to the language of the Admiral. All of that, with the information that the text content provided, make me conclude that we are faced with an epistle of petition, processed and sent to the Queen Elizabeth as the only recipient, reason that explains its peculiarity.