Malena Velarde
La etimología de la palabra pibe, de uso frecuente en el Río de la Plata, ha sido objeto de controversia: ¿antífrasis española o italinismo jergal? ¿derivación de pevet o de pivetto? Atestiguada por primera vez en el Río de la Plata en 1894 en El idioma del delito por Antonio Dellepiane, la palabra pibe fue incluida en los posteriores diccionarios de lunfardo y en obras literarias que intentaban recrear el habla popular de la primera mitad del siglo XX. La vinculación a esta jerga le atribuye, a su vez, un origen italiano. Corominas refuta esta vinculación y etimología puesto que pibe es un vocablo sin rasgos jergales y de uso general. Sin embargo, la extensión de este término en el habla de la Argentina no es contradictoria con su uso como lunfardismo y su posible etimología del italiano. El análisis de la presencia de pibe tanto en obras lexicográficas como en textos literarios, medios gráficos y canciones permite observar que la tendencia ampliatoria de este término coincide con la pérdida del matiz peyorativo que inicialmente se le atribuía cuando era empleado para designar a jóvenes, a la vez que exhibe su productividad para integrarse, en la actualidad, a la variedad tumbera y para adquirir nuevos usos en el habla coloquial.
The etymology of the word pibe, often used in the Río de la Plata, has been the subject of controversy: Spanish antiphrasis or slang italinism? Derivation of pevet or pivetto? Witnessed for the first time in the Rio de la Plata in 1894 in The Language of Crime by Antonio Dellepiane, the word pibe was included in later Lunfardo dictionaries and in literary works that recreated the popular speech of the first half of the twentieth century. The link to this jargon is ofted attributed to an Italian origin. Corominas refutes this etymology since pibe is a word widely used in Río de la Plata Spanish and not only restricted to Lunfardo speakers. However, the extension of this word is not contradictory to its use as lunfardism and its possible etymology of Italian. The analysis of the presence of pibe in lexicographical works and in literary texts, graphic media and songs allows us to observe that the broadening trend of this word coincides with the loss of the pejorative nuance that was initially attributed to it when it was employed to designate young people. This presence also exhibits its productivity to integrate the current tumbero slang and to acquire new uses in colloquial speech.