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Joaquín Díez-Canedo fue un editor clave en la cultura mexicana del siglo pasado. Joven exiliado, trabajó durante largos años en el Fondo de Cultura Económica hasta impulsar su propio sello, Joaquín Mortiz, en el que dio a conocer algunas de las obras cumbre de la renovación literaria mexicana en los años sesenta y setenta. Parte de su política editorial se basó en la internacionalización de sus publicaciones, para lo que fue muy importante la alianza comercial que estableció con Víctor Seix y Carlos Barral, los editores barceloneses que dirigían la editorial Seix Barral. Este trabajo reconstruye esta relación, que sirvió tanto para dar a conocer a algunos escritores latinoamericanos del boom en España como para que se pudieran traducir y publicar en México a escritores europeos prohibidos por la censura franquista, como Günter Grass o Juan Goytisolo.
Joaquín Díez-Canedo was a key editor in Mexican culture last century. Exiled from a young age, he worked for many years in the Fondo de Cultura Económica until he has able to bolster his own publishing house, Joaquín Mortiz, where he distributed some master pieces of Mexican literary renewal from the sixties and seventies. Part of his publishing policy was based on the internationalization of his publications, founded upon the trade alliance he had established with Víctor Seix and Carlos Barral, editors of Seix Barral publishing house, in Barcelona. This paper revisits this relationship, which helped both to inform in Spain about the Latin American writing boom; and to translate and publish European writers banned by Franco’s censorship (such as Günter Grass or Juan Goytisolo) in Mexico.
