El Vocabulario gramatical de la lengua castellana de P. F. Monlau, publicado en 1870 en Madrid, aparte de ser el primer diccionario de lingüística de la tradición española que conocemos, es una obra poliédrica y, por tanto, de difícil clasificación en los esquemas metalexicográficos: por muy diferentes razones que iremos desarrollando en seguida, pero que se resumen en que, además de una selección de términos gramaticales (= lingüísticos), el Vocabulario (a) ofrece a sus destinatarios –del ámbito de la enseñanza– la posibilidad de formar con esos términos un programa de gramática, con lo que desdibuja las fronteras entre las disciplinas Lexicografía y Gramática; y (b) trata de promover el aprendizaje de una ‘gramática científica’, que combina las ideas de la gramática general y razonada con las de la nueva corriente histórico-comparatista iniciada por los filólogos alemanes en las primeras décadas del siglo xix. La consideración de este último aspecto, que impregna cada página del libro, permite que Monlau sea tenido por uno de los primeros divulgadores de esa nueva doctrina en la segunda mitad del siglo xix español.
The Vocabulario gramatical de la lengua castellana by P. F. Monlau, published in 1870 in Madrid, apart from being the first dictionary of linguistics of the Spanish tradition that we know of, is a polyhedral work and, therefore, difficult to classify in metalexicographic schemes: very different reasons that we will develop in a moment, but which are summarized in that, in addition to a selection of grammatical (= linguistic) terms, the Vocabulario (a) offers its recipients -from the field of teaching- the possibility of training with these terms a grammar program, blurring the boundaries between Lexicography and Grammar disciplines; and (b) it tries to promote the learning of a ‘scientific grammar’, which combines the ideas of general and reasoned grammar with those of the new historical-comparative trend initiated by German philologists in the first decades of the 19th century. The consideration of this last aspect, which permeates each page of the book, allows Monlau to be considered one of the first disseminators of this new doctrine in the second half of the Spanish 19th century.