La artificiosidad de la sextina y el rigor que rige la construcción de las estancias permiten individualizar un indiscutible error deslizado en las primeras impresiones de la Diana, que inadvertidamente se ha mantenido durante siglos. Ya por sí solas las consideraciones de orden métrico y semántico que apoyan la genuina lección son ele tanto peso que, aunque no hubiese confirmación documental, no puede dudarse de la legitimidad de la corrección lexical que propongo.