A lo largo de este estudio, identifico –por primera vez– al poeta del Cancionero de Baena Alfonso Álvarez de Villasandino, autor de más de doscientas composiciones, con el contador mayor de Castilla Alfonso Álvarez de Toledo. Para ello, pongo en relación muchos de sus poemas con su biografía. Así, justifico la elección de su heterónimo poético (“de Villasandino”), explico el elogio de su segunda esposa, Catalina, las referencias a su oficio como contador “Mayor”, la presencia de dos docenas de poemas dedicados a D. Álvaro de Luna, otros a D. Fernando de Antequera, a quien sirvió en Andalucía, a sus familiares de la casa de Alba, etc. Y sitúo, a partir de documentación hallada en los archivos históricos, la escritura de los últimos textos entre 1447 y 1450. En consecuencia, debe retrasarse de forma importante la datación actualmente aceptada del Cancionero de Baena, máxima obra de creación del siglo XV.