Ana Fernández-Caparrós Turina
Mientras que la representación de la precariedad en el teatro contemporáneo europeo, y especialmente el británico, ha recibido en los últimos años una notable atención crítica, no es el caso de aquellas obras producidas en los Estados Unidos que se ocupan de la dramatización de las vidas de los miembros del llamado precariado. El siguiente artículo traza la emergencia de un creciente interés por cómo las adversidades económicas determinan los conflictos dramáticos en el teatro estadounidense de la segunda década del siglo XXI y presenta un análisis crítico de la obra The Flick, de Annie Baker (2013). La obra de Baker es representativa de una estética de la precariedad que se abstiene de victimizar a los miembros del precariado y que representa las paradojas de la precariedad como un escenario problemático pero que también puede propiciar transformaciones y nuevas visiones de posibilidad.
Mientras que la representación de la precariedad en el teatro contemporáneo europeo, y especialmente el británico, ha recibido en los últimos años una notable atención crítica, no es el caso de aquellas obras producidas en los Estados Unidos que se ocupan de la dramatización de las vidas de los miembros del llamado precariado. El siguiente artículo traza la emergencia de un creciente interés por cómo las adversidades económicas determinan los conflictos dramáticos en el teatro estadounidense de la segunda década del siglo XXIy presenta un análisis crítico de la obra The Flick, de Annie Baker (2013). La obra de Baker es representativa de una estética de la precariedad que se abstiene de victimizar a los miembros del precariado y que representa las paradojas de la precariedad como un escenario problemático pero que también puede propiciar transformaciones y nuevas visiones de posibilidad.