Natalio Ohanna
Años después de la malograda campaña de Carlos V sobre Argel (1541), ese desastre mayúsculo de la historia militar de España cobra rasgos folclóricos. La derrota se atribuye a la intervención de una hechicera argelina, quien habría invocado a los demonios para provocar el naufragio de la armada imperial. Referencias a esta figura emergen paulatinamente en obras cronísticas y piezas dramáticas de finales del siglo XVI y principios del XVII. Con especial atención a la historiografía del período y a La mayor desgracia de Carlos Quinto (1623), drama de Luis Vélez de Guevara, este artículo analiza cómo el hecho histórico se transforma en leyenda popular, rastreando la evolución del mito y sus variaciones, examinando el modo en que obras cronísticas y literarias dialogan en la producción de significados múltiples, y proponiendo, a la luz del corpus, una lectura del fenómeno con atención a la realidad política y social que le da sentido.