Blanca Alberta Rodríguez
Todo traslado implica mudanza, cambio, encuentro, desencuentro, reencuentro con lo que uno es, fue o creyó ser. Conduce ineludiblemente a una vivencia del otro. Al tema de la migración se enlazan otros tópicos fundamentales de la experiencia de ser humano, tales como el exilio, el nomadismo, la extranjería, el viaje, el devenir. Todas estas son, a su modo, vertientes de la migración, que podemos pensar a través de la escritura de Gloria Gervitz y de Fabio Morábito.1 Este artículo está divido en tres apartados. En el primero se delimita la noción de estesis migrante. En el segundo se pone en evidencia que la experiencia de migración constituye una suerte de matriz que da lugar a un relato nacido de la carencia del lugar. En el tercero se describen desde un punto de vista semiótico las derivas pasionales que acompañan dicho relato ilustrándolas mediante la revisión en contrapunto de la obra poética de Gervitz y de Morábito.