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Adela Cortijo Talavera 
, Guillermo López García
La ciencia ficción se presenta a menudo, desde la perspectiva crítica, como un género proteiforme y escurridizo difícil de abordar. Ello es debido quizás a que comprende una serie de problemáticas, de temas y de códigos tratados de forma moderada o radicalmente diferente según los subgéneros, y porque además la definición y delimitación genérica de la ciencia ficción ha resultado ser, a lo largo de la historia, bastante polémica. Desde el conflicto que supone escindir la ciencia ficción que surge en el siglo xx a la Anticipación del siglo anterior o a géneros colindantes como el de la Fantasía y lo Fantástico, hasta las disyuntivas observadas en gran parte de los estudios teóricos sobre si incluir o no lo que algunos denominan “Proto ciencia ficción”, esto es: las alusiones a los orígenes, a los griegos, a Luciano o a Cyrano de Bergerac, en búsqueda, probablemente, de orígenes más nobles. Obien circunscribir u observar como una continuación la llamada “Ciencia ficción primitiva” de finales del siglo xix que se manifestó con Julio Verne y H. G. Wells, así como la querella suscitada acerca de cuál de los dos autores podría considerarse el antecesor del género.
