Gonzalo Maier
Este artículo aborda la ironía y su dimensión comunitaria en el video Adiós a Tarzán (1984), dirigido por Pedro Pablo Celedón y Enrique Lihn. La dramatización del funeral de Johnny Weissmuller, famoso actor y varias veces protagonista de Tarzán, problematiza la fragilidad de algunas comunidades frente a la violencia dictatorial chilena y permite observar cómo estrategias irónicas —en particular, la parodia a figuras de la cultura pop como el mismo Tarzán— establecieron aproximaciones distantes y en segundo grado para, al mismo tiempo, cuestionar el poder político y reafirmar comunidades dañadas por la violencia. A partir de la idea de comunidades discursivas, elaborada por Hutcheon, este artículo reflexiona en torno a las políticas de la ironía, tan cercanas a la obra de Lihn, en un contexto dictatorial.
This article concerns irony and its communitarian dimension in Adiós a Tarzán (1984), a video piece directed by Pedro Pablo Celedón and Enrique Lihn. The dramatization of the funeral of Johnny Weissmuller, Tarzan’s iconic protagonist, addresses the fragility of some communities during the Chilean dictatorship (1973–90) and shows how ironic strategies—in particular, the parody of pop culture figures such as Tarzan himself—simultaneously question political power and reassert communities damaged by political violence. In other words, from the idea of communities of discourse, elaborated by Hutcheon, this article will reflect on the politics of irony in a dictatorial context.