Matthew J. Marr
Los cineastas españoles han explorado plenamente en su ficción de la pantalla las luchas, las intrigas, las angustias, las farsas e incluso los horrores de ser propietario de una vivienda o, más modestamente, de la mera ocupación del hogar —junto con la experiencia de su pérdida— en el contexto de la España de la crisis económica y sus secuelas. Pero ¿cómo se han dirigido los cineastas contemporáneos al tema de la vivienda o el hogar en zonas rurales? ¿Existe una aparente sensibilidad rural en el cine español reciente, particularmente en torno a la representación de casa y hogar? A través de un análisis de El olivo (2016) de Icíar Bollaín y Amama (2015) de Asier Altuna, este ensayo aborda estos temas desde una perspectiva afirmativa, mostrando cómo las formas en que estos filmes tratan las casas rurales contemporáneas suponen un notable giro hacia el afecto y sus vínculos con el lugar: una sensibilidad mucho menos evidente en aquellas producciones ficticias de la crisis económica y sus secuelas que juntan motivos urbanos, residenciales e inmobiliarios. A pesar de los contrastes en sus perfiles estilísticos, culturales y lingüísticos, tanto El olivo como Amama tratan con tacto la problemática del arraigo en el ámbito rural de la España reciente (mientras recurren, además, a semejantes motivos arbóreos). Sobre la marcha, se indaga sobre nociones más amplias de lo que significa el hogar en sí, así como sobre cómo se siente desde las posiciones contrastivas del sujeto en términos generacionales, ideas que han sido examinadas ya en la geografía humanista por teóricos como Yi-Fu Tuan, Edward Relph, Gaston Bachelard y Pierre Bourdieu.
Spanish filmmakers have produced no shortage of screen fiction attuned to the struggles, intrigues, heartbreak, farces, and even the horrors of homeownership or, more modestly, home-occupancy—and loss—in Spain’s urban milieu of the economic crisis and its aftermath. But how have directors engaged with contemporary rural homeplaces? Is there a putative rural sensibility in recent Spanish cinema, especially with respect to the lensing of house and home? Through an analysis of Icíar Bollaín’s El olivo (2016) and Asier Altuna’s Amama (2015), this essay addresses these matters from an affirmative perspective, showing how these films’ inflections vis-à-vis contemporary agrarian homeplaces reveal a noteworthy turn toward place-based affect: a sensibility much less conspicuous in those fictional productions of the economic crisis and its aftermath which couple urban and residential real-estate motifs. Notwithstanding contrasts in their stylistic, cultural, and linguistic profiles, El olivo and Amama both sensitively broach the problematics of rural rootedness in recent Spain (while drawing, too, on similar arboreal motifs). Along the way, they confront broader notions of what home itself means, as well as how it feels across generationally contrastive subject positions, ideas explored in humanist geography by theorists including Yi-Fu Tuan, Edward Relph, Gaston Bachelard, and Pierre Bourdieu.