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Jean-Marc Dewaele, Peter D. MacIntyre
Teniendo en cuenta la multiplicidad de factores que pueden afectar el aprendizaje de idiomas y los procesos de comunicación, es posible afirmar que se ha subestimado el papel de las emociones. De hecho, a pesar de que estas desempeñan un papel prominente en la mayoría de los procesos motivacionales, tan solo ha sido recientemente cuando los investigadores han comenzado a estudiar cómo operan en contextos de adquisición de segundas lenguas. Entre las emociones que se han estudiado a la que más atención se le ha prestado ha sido, sin duda, la ansiedad durante el aprendizaje de una lengua. No obstante, las emociones positivas, como el disfrute, no se han estudiado tanto, a pesar de que son importantes en varios sentidos. Por ello, el presente estudio se basa en una conceptualización particularmente poderosa de una experiencia emocional positiva:
el concepto de flujo de Csíkszentmihályi (1990, 2009). El propósito de esta investigación es contribuir a la literatura científica aún limitada sobre el flujo en aprendizaje de segundas lenguas mediante el análisis empírico de las condiciones y correlaciones de flujo positivo y antiflujo en una muestra internacional de 232 aprendices de idiomas obtenida a través de un cuestionario distribuido por internet. Entre los principales resultados se puede afirmar que hay evidencia de que las emociones positivas son más frecuentes en las aulas de idiomas de lo que podría sugerir la literatura anterior, aunque los estados antiflujo como la apatía, la preocupación, el aburrimiento y la ansiedad también están claramente presentes. En general, la proporción de experiencias positivas y negativas parece ponderarse en una dirección favorable para facilitar el aprendizaje. Entre los factores propiciatorios de la aparición del flujo se pueden destacar el multilingüismo y la relación entre pares. Los participantes más mayores pasaron mayor proporción de tiempo en flujo positivo y en contra de lo esperado el factor género no obtuvo resultados significativos en esta muestra sobre el disfrute de la experiencia de aprendizaje.
Considering the multiplicity of factors that can affect language learning and communication processes, it is possible to affirm that the role of emotions has been underestimated. In fact, although they play a prominent role in most motivational processes, it has only been recently that researchers have begun to study how they operate in second language acquisition contexts. Among the emotions that have been studied, the one that has received most attention has undoubtedly been anxiety.
However, positive emotions, such as enjoyment, have not been studied as much, even though they are important in several ways. Therefore, the present study is based on a particularly powerful conceptualization of a positive emotional experience: the concept of flow of Csíkszentmihályi (1990, 2009). The purpose of this research is to contribute to the still limited scientific literature on flow in second language learning by empirically analyzing the conditions and correlations of positive flow and antiflow in an international sample of 232 language learners obtained through a questionnaire distributed over the internet. Among the main results, it can be stated that there is evidence that positive emotions are more frequent in language classrooms than the previous literature might suggest, although antiflow states such as apathy, worry, boredom and anxiety are also present. In general, the proportion of positive and negative experiences seems to be weighted in a favorable direction to facilitate learning.
Among the factors conducive to the appearance of flow, we can highlight multilingualism and the relationship between peers. Older participants spent a greater proportion of time in positive flow and, contrary to expectations, the gender factor did not obtain significant results in this sample on the enjoyment of the learning experience.
