Los maestros de danzar del Siglo de Oro distinguieron las «danzas», solemnes y aristocráticas, de los «bailes», más libres y plebeyos. Sin embargo, la historia demuestra cómo esta diferencia fue variando con el tiempo, de modo que algunos bailes de baja cuna terminaron siendo prestigiosos. A través de la novela, el teatro y algunos documentos de archivo, trataremos de demostrar cómo las preferencias artísticas de la nobleza y las grandes instituciones fueron fundamentales para el triunfo de los bailes populares en la España barroca.