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Ellada Evangelou
El artículo tiene como objetivo examinar la interconexión entre una crisis sanitaria mundial y un festival de artes escénicas, dentro de un espacio en disputa. La crisis de la COVID 19 interactuó con la geografía de Chipre y Nicosia, un espacio definido por su línea de separación, en el contexto del Buffer Fringe Performing Arts Festival 2020. Como resultado, parte de la práxis teatral ha vuelto a ser redefinida a partir de la nueva emergencia de la crisis sanitaria mundial. Se ha reformulado gran parte de la práxis que reposa en la brecha entre un acto político y una práctica intervencionista.
El artículo examina en primer lugar el enfoque curatorial que surgió del Festival 2019 con la interacción entre metodología y contenido, lo que llevó a la formulación e implementación del festival 2020 como un evento físico y digital en medio de la pandemia. La gestión debido a las limitaciones de la crisis de salud propició procesos de reformulación de la convocatoria, cancelando y posponiendo, creando nuevas normas y condiciones para mantener el carácter inclusivo del Festival y crear nuevas audiencias, lo que resultó en una redefinición del espacio de disputa en si mismo, y las nociones de 'el marginal', ' el extrangero' y 'el otro' en Chipre, asi como en parte de la dimensión digital e internacional del Festival.
The article aims to examine the interconnectedness between a global health crisis and a performing arts festival, within a contested space. The COVID 19 global health crisis interacted with the geography of Cyprus and Nicosia, a space defined by its separating line, in the context of the Buffer Fringe Performing Arts Festival 2020. As a result, part of the theatrical praxis has come to be re-defined based on the new emergency of the global health crisis. It has reframed much of the praxis that rests in the gap between a political act and an interventionist practice.
The article firstly presents the curatorial approach as that emerged from the 2019 Festival with the interplay between methodology and content, leading to the formulation and implementation of the 2020 festival as a physical and digital event in the midst of the pandemic. The maneuvering through the limitations of the health crisis, fostered processes of newly formulating the Open Call, cancelling and postponing, creating new norms and conditions to maintain the inclusive character of the Festival and create new audiences, resulted in the redefining the contested space itself, and the notions of the ‘marginal’, the ‘stranger’ and the ‘other’ in Cyprus, as well as part of the digital and international dimensions of the Festival.
