Este artículo se centra en la recolección de datos sociolingüísticos a través de entrevistas mediadas, es decir, aquellas que utilizan artefactos de las Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación (NTICs), como el Smartphone y sus servicios de mensajería instantánea. Se propone una reflexión crítica sobre la noción cara a cara que ha definido tradicionalmente la entrevista, al tiempo que se exponen los aspectos positivos y desafíos metodológicos que conlleva la entrevista mediada. El estudio se divide en dos grandes partes. En la primera, de carácter más general, se explica la manera como se entiende la entrevista como herramienta heurística en estudios de tipo cualitativo y se la sitúa histórica y metodológicamente en el marco de la sociolingüística. En la segunda parte, se expone y se ejemplifica de manera práctica cómo se puede trabajar con la entrevista mediada en estudios sociolingüísticos cualitativos de carácter etnográfico y en línea. En esta vertiente de investigación sociolingüística, la entrevista se utiliza ante todo para analizar actitudes e ideologías lingüísticas. Los resultados de este estudio demuestran que la mediación tecnológica no supuso ningún impedimento comunicativo y que permitió recoger datos que enriquecieron el estudio. Pero al mismo tiempo se constata que para que las entrevistas mediadas funcionen y sean productivas, es necesario realizar un trabajo previo entre las personas participantes e investigadoras para promover un sentimiento de confianza. Se recomienda por ello invertir el tiempo necesario en este paso, que es decisivo para poder acceder a las entrevistas en línea. Asimismo, el estudio ha mostrado la importancia de la flexibilidad en el trabajo de campo, el cual requiere adaptarse a los requerimientos de las y los participantes,siempre y cuando estos no mellen los objetivos fundamentales de la investigación. A nivel ético, este estudio llama la atención sobre el hecho de que los datos en línea no están a libre disposición de los investigadores: declarar su presencia y trabajar con el acuerdo de las personas involucradas siempre y cuando se pueda es fundamental. Cada paso metodológico debe planificarse pensando en la necesidad de proteger a las personas que participan y de respetar su voluntad.
This article focuses on the collection of sociolinguistic data through mediated interviews, i.e. those using New Information and Communication Technologies (NICTs) artefacts, such as the Smartphone and its instant messaging services. It proposes a critical reflection on the face-to-face notion that has traditionally defined the interview, while exposing the positive aspects and methodological challenges of the mediated interview. The study is divided into two main parts. The first, more general part explains how the interview is understood as a heuristic tool in qualitative studies and situates it historically and methodologically within the framework of sociolinguistics. In the second part, it is explained and exemplified in a practical way how the mediated interview can be used in online ethnographic sociolinguistic studies. In this afore-mentioned strand of sociolinguistic research, the interview is primarily used to examine linguistic attitudes and ideologies. The results of this study show that technological mediation was not a communicative constraint and that it made it possible to collect the expected data. At the same time, however, it is clear that in order for mediated interviews to work and be productive, it is necessary to carry out preliminary work between participants and researchers in order to promote a feeling of trust. It is therefore recommended to invest the necessary time in the online presentation by the researcher. Furthermore, this study has shown the importance of flexibility in fieldwork, which needs to be adapted to the requirements of the participants, as long as these do not undermine the fundamentalobjectives of the research. On an ethical level, this study draws attention to the fact that online data are not freely available to researchers: declaring their presence and working with the agreement of the people involved whenever and wherever possible is essential. Each methodological step must be planned with the need to protect the people involved and to respect their wishes.