Este artículo analiza una obra teatral, Don Francisco de Quevedo, escrita por un autor muy poco conocido. Eulogio Florentino Sanz (1821-1881), en la que Quevedo es un personaje teatral. La obra se estrenó en 1848 con bastante éxito y el personaje de Quevedo fue representado por el famoso actor Julián Romea. La autora analiza las fuentes que pudo utilizar Sanz en la escritura de la obra.