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En el presente artículo, estudio tres novelas colombianas de finales del siglo XX y comienzos del siglo XXI: La virgen de los sicarios de Fernando Vallejo, El ruido de las cosas al caer de Juan Gabriel Vásquez y Elástico de sombra de Juan Cárdenas, enfocándome en la representación de los protagonistas de estas tres novelas, Fernando, Antonio Yammara y Cero respectivamente. Para hablar sobre estos personajes, propongo el concepto de intelectual implicado, siguiendo la teorización de Michael Rothberg del sujeto implicado. Argumento que estos intelectuales implicados tienen un rol de privilegio dentro de los entramados de violencia de cada novela y, aunque no son agentes directos de los daños contra las víctimas, sí están envueltos indirectamente en los mecanismos de violencia que crean estos regímenes. Resalto este rol particular del intelectual no solo por el dominante y desmesurado espacio que los intelectuales han tenido en la historia de América Latina, sino también porque este posicionamiento parece estar acompañado de una superioridad moral que les proveería una supuesta objetividad para ser analistas de los complejos procesos de la violencia en Colombia. En este artículo, cuestiono esta objetividad de los personajes y revelo una categoría novedosa para abordar la narrativa colombiana contemporánea. El concepto del intelectual implicado presenta una nueva valoración de la posicionalidad de los sujetos que lleva a crear nuevos paradigmas de análisis de la producción cultural colombiana
