En este trabajo se analiza la relación existente entre parentesco genética y lingüístico en las poblaciones humanas modernas. Se discute la importancia que en este tipa de análisis tiene la aplicación de las más recientes técnicas de biología molecular, estableciéndose, asimismo, en qué medida coinciden las resultadas de filiación genética, obtenidos mediante aquellas herramientas, y lingüística, según se desprende de las análisis sincrónicas y diacrónicos de las lenguas. La conclusión fundamental es que, si bien durante la expansión (pre)neolítica el factor demográfico fue el motar principal de la diversificación lingüística, a partir de una protolengua desconocida de origen africano, una vez ocupado el planeta, la evolución genética y el cambio lingüístico comenzaron a obedecer a causas diferentes (geográficas en un caso, culturales en otro), de ahí que actualmente los patrimonios lingüístico y genético no sean en general coincidentes, ni tampoco la historia lingüística sea un reflejo de la genética (y viceversa).