Este artículo ofrece una reflexión semiótica sobre los relatos breves eróticos en la literatura española actual y pone de manifiesto cómo la insatisfacción es uno de sus rasgos distintivos y se convierte en un síntoma de malestar existencial que imposibilita la comunicación. Las razones que explican esta condición son tanto literarias —referentes como Nin, Lawrence, Miller o Bukowski, que problematizan el erotismo—, como extraliterarias —vivencia existencial de la experiencia erótica—. Esta insatisfacción, no obstante, no desactiva la función excitante de estos relatos, bien por la autonomía funcional de los pasajes más propiamente incitantes del deseo, bien porque lo negativo se asume en la experiencia erótica.