Sin embargo, el Persiles y Sigismunda, por características formales, no es una obra con vocación de ser escuchada. El análisis del paisaje sonoro en este caso, más que con el registro o la recepción del movimiento vibratorio de un cuerpo por parte del órgano del oído a través de un medio elástico, tiene que ver con el proceso de lectura interna y la recreación mental de sensaciones anteriormente registradas. Stanislas Dehaene (Les neurones de la lecture) señala que la plasticidad de nuestro cerebro optimiza la eficiencia neuronal resultando en una lectura donde coexisten una recepción visual y una fonológica. En este trabajo, sin embargo, se comentarán algunos aspectos interesantes de ambas categorías, ya que ambas participan de ese universo acústico, de esa evocación literaria del paisaje sonoro. En la novela, continuamente nos desviamos de la trama principal y escuchamos nuevas historias en boca de sus protagonistas. No asistimos únicamente al desarrollo de un argumento lineal que avanza-haciendo uso principalmente del viaje hacia un destino final como esquema narratológico-sino que somos testigos de múltiples tramas pasadas. (127) Por una parte, la naturaleza del espacio apela a lo visual.
This article focuses on the soundscape of Persiles y Sigismunda. Cervantes—in the same way that he uses ekphratic strategies—gives a crucial role to the acoustic universe. It allows the author to introduce a multiplicity of levels of affective intensity, psychological nuances, or reflections on the art of telling a story. This article explores how the soundscape (silence, noises, tones, music, silence, and oral narratives) fulfills various functions depending on the context of the passage. It also analyzes how the acoustic universe complements the narrative function, since the sound helps to intensify, accelerate, or modify the story