EI poema, segun muchos criticos contemporaneos, no "dice" nada; solo "muestra" un mundo que no puede existir fuera de 61. Un po ema y su mundo son, hasta cierto punto, el mismo objeto . EI dualismo que los distingue de manera absoluta cae en la misma trampa que el discurso filosofico condenado por Wittgenst ein en las ultimas paginas del Tractatus logico-philosophicus. Ambo s nos hacen creer que hablamos de dos realidades que pudi eran relacionarse sin que los ra sgos constitutivos del poem a 0 dellengu aje reflejaran - iconicam ente - la estructura del mundo "mostrado".
La tesis de que un poema no contiene proposiciones que "digan" algo de un mundo cualquiera, arranca de ideas 0 de experiencias literarias, metafisicas, y hasta teologicas, que se rem ontan mas alla del Tractatus, y de su dicotomia entre el "decir" ('telling') y el "mostrar" ('showing,).l Sin embargo, la filosofia de Wittgenstein permite fundar el anti-proposicio- nalismo poetico en el principio formalista segun el cual cada lenguaje 0 cada texto esta , por necesidad, "en orden". Esto significa que la sintaxis (por 10 meno s, la sintaxis "logica" 0 "subyacente") de un lenguaje 0 de un texto si empre resulta 10 suficiente rica para reflejar todas las caracte- rfsticas esenciales del mundo "mostrado".