Juan Antonio Aguilera Martín
En este trabajo nos proponemos ubicar la política y planificación lingüísticas dentro del conjunto de disciplinas que integran la lingüística aplicada, atendiendo, sobre todo, a sus definiciones y campos de aplicación. En este sentido, hay que señalar que si bien es cierto que en muchos casos ambos términos se emplean como sinónimos, no lo son. Como señala Kaplan (1997), se trata de dos conceptos bien diferenciados, aunque, eso sí, íntimamente relacionados. La política lingüística estaría constituida por el conjunto de ideas, leyes, regulaciones y prácticas que se dirigen a producir cambios en los comportamientos lingüísticos de una sociedad o de un grupo social, mientras que la planificación lingüística haría referencia al conjunto de decisiones adoptadas por una autoridad, en principio gubernamental, para conseguir estos mismos resultados.
Del mismo modo, abordaremos la clasificación de los distintos tipos de actuación sobre las lenguas, siguiendo a Siguan (2001) y a Appel (1996), así como un estudio de los diferentes conceptos, objetivos y factores que se presentan en ambos campos de estudio.