Lourdes Costas Coya
Partiremos de la consideración de que en la lengua oral podemos observar la existencia de tres dimensiones básicas: por un lado, la parte o vertiente conceptual, base y eje de todos los demás aspectos lingüísticos; en segundo lugar, nos encontramos con el concepto de "constituency", entendido como el grado de adecuación y posibilidad de aparencia de elementos concretos con respecto a lo ya verbalizado; y por último, la existencia de un contenido mental o discursivo, es decir, la segmentación o agrupación que en el discurso reflejan los elementos lingüísticos.
Por otra parte, consideramos que el concepto de "proyección sintáctica" (Ford&Thompson:1996), es decir, las expectativas sintáctico-semánticas que cada elemento o unidad genera en su contexto inmediato posterior, es fundamental en el desarrollo o progreso sintáctico de la lengua hablada. Este desarrollo consiste, básicamente, en el "ensamblaje" de las diferentes estructuras lingüísticas que forman el enunciado, para lo cual el concepto de estructura argumental es fundamental, pues las expectativas generadas por las unidades son las que determinarán tal progreso.
A partir de estas consideraciones, y a través de una revisión general de las diferentes teorías sobre la estructura argumental y tipologías de argumentos, pretendemos realizar un análisis de la influencia que dicha estructura argumental tiene en el desarrollo del discurso.