La Vida del escudero Marcos de Obregón, de Vicente Espinel, entre otras virtudes, destaca por su naturalidad paisajística —aquí nos limitamos al de Cabrera y algún espacio italiano que funciona por oposición al español y se entiende como espacio geográfico también los personajes que en él se hallan—. A su vez muestra una óptica ideológica poco común en la literatura picaresca: el respeto a las pautas surgidas del Concilio de Trento, de ahí sus críticas a los personajes disidentes. Así, esta visión desde el sistema, que no cuestiona ni critica, no es la de un privilegiado de los altos estamentos sociales, sino la de un escudero, es decir, según un estrato social humilde, pero que ve la composición jerárquica social como la más natural de las posibles.
he Vida del Escudero Marcos de Obregón, by Vicente Espinal, stands out by its landscape naturalness, among other virtues —hereby we limit to Cabre-ra and some other Italian area that works as opposition to the Spanish one and we refer to geographical space to the characters who can be found in it too—. In turn, it shows a rare optical ideology in the picaresque literature: the respect for the decrees arisen from the Council of Trent, therefore his critiques to the dissenting characters. All in all, this vision of the system, which is not questioned or criticized, is not from a privileged person from the higher social classes, but from a squire, from a lower class that sees the hierarchical social composition as the most natural of the possible options