Joseluís González Urbiola
La claridad en la comunicación es una de las cualidades más valoradas. Se ha hecho proverbial aquel propósito que se comprometió a seguir Ortega y Gasset en un curso abierto a un auditorio general, ¿Qué es filosofía?, impartido en 1929 (y no publicado hasta 1958): «La claridad es la cortesía del filósofo». Que la Ortografía de la lengua española(10) emplee esa recomen-dación orteguiana para ilustrar un caso de uso de coma parece una deliberada declaración de intenciones. Y que el rector de la UNED, profesor Mairal Usón, abra su sensato prólogocon esa cita, y remontándose a Aristóteles, resulta igualmente significativo.