Sergio R. Franco
Este trabajo se inscribe en la serie de estudios que examina la dimensión afectiva en la obra literaria de José María Arguedas. Para ello, se concentra en dos dimensiones "negativas": el odio y la rabia; en sus enlaces y desconexiones, así como también en las dificultades y contradicciones que se derivan de sus articulaciones. Como punto de partida, entonces, deseo evocar la intervención del escritor en el ya legendario Primer Encuentro de Narradores Peruanos en la Casa de la Cultura de Arequipa (1965). En un ceñido apunte autobiográfico y hasta confesional, Arguedas concedió un rol decisivo a la orfandad y el temprano maltrato familiar de que fue víctima en la formación de su subjetividad. Sin embargo, en esa infancia atribulada también encontró protectores y aliados entre los indios lucanas, quienes le transmitirían un ethos que lo marcó para siempre.