No es fácil aproximarse a la lengua ni a los fenómenos en todos los ni-veles que ocurren en ella cuando la distancia temporal es corta, tal ycomo se ha señalado en diversos estudios. En su trabajo de 1963, La-pesa señaló la dificultad «de escribir sobre los cambios lingüísticos que hanacontecido o están aconteciendo a lo largo de nuestro decurso vital» (1996,397). A esa falta de distanciamiento a la que aludía Lapesa, suma Narbona(2004) otras dificultades añadidas para el estudio del cambio lingüístico en elsiglo XXy que tiene que ver con la naturaleza de la propia disciplina que se tie-ne que hacer cargo de esta tarea.