La población inmigrante es una presencia estable en el tejido social peninsular. Los estudios culturales sobre inmigración han analizado cómo modifica la identidad española, sin embargo, este artículo ahonda sobre la experiencia de la segunda generación como miembros activos de la sociedad española. Este artículo realiza una lectura detallada del primer poemario de la poeta sinodescendiente, Paloma Chen. Siguiendo el análisis de los espacios liminales de Homi Bhabha y Edward Soja, sitúo su poética en el tercer espacio de la inmigración, en el cual propongo que residen las subjetividades trasversales, aquellas que atraviesan de manera perpendicular ambas culturas, pero cuya división no es paralela o estable sino fluida. En su poesía hay tres temas que la posicionan como subjetividad transversal: primero, la crisis de identidad que sufren los hijos de inmigrantes que se encuentran entre dos culturas, dos idiomas y dos conjuntos de expectativas. Segundo, la desestabilización de estereotipos, como minoría silenciosa o “peligro amarillo”, para denunciar el racismo al que tienen que enfrentarse las minorías racializadas en España. Tercero, la presencia constante de “la herida” como figura literaria sirve como espacio liminal de unión e intervención para las subjetividades transversales frente a la hegemonía.