Estados Unidos
La obra narrativa de Carlos Fuentes, denominada por él mismo La edad del tiempo, sufre un cambio de piel y celebra un festín del lenguaje, Cristóbal Nonato. Las formas cosmológicas que dominan y predominan en la zona sagrada y consagrada de este escritor se instauran en esta novela que alude y se adelanta al quinto centenario del descubrimiento de América; se inscribe así en la celebración polémica de este suceso, al que conmemora con una particularidad muy especial: su irreverencia.