La autora hace un estudio de la brevedad estilística del libro Plenitud (1917) como un proceso de depuración prosística y espiritual de Amado Nervo, autor que cultivó la forma breve no sólo para congraciarse con el lector agobiado por el ritmo trepidante de la vida en el siglo XX, sino que buscó que los textos breves le sirvieran como guías de perfeccionamiento espiritual. Además, es posible que los símbolos de estos pequeños textos tuvieran una inspiración no sólo mística sino esotérica.