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Este artículo se centra en las prácticas de la escritura corriente en ámbito carcelario durante los siglos XVI y XVII, con alguna incursión puntual en el Setecientos. Se analizan las posibilidades que presos y presas tuvieron para escribir y cómo transgredieron las restricciones y la vigilancia, más rigurosas en las prisiones del Santo Oficio. Definido el marco de posibilidades de la escritura, se estudian las principales tipologías de escritos: desde las cartas y billetes fruto de una necesidad de comunicación para preservar vínculos, a menudo recurriendo a los instrumentos, soportes y estrategias más insospechados; hasta los memoriales autobiográficos, discursos de vida y súplicas, resultado de las opciones de defensa establecidas por los distintos regímenes judiciales. Junto a los textos sobre papel y otras materias blandas, un apartado final rastrea las inscripciones y dibujos realizados en los muros de las prisiones. Este recorrido pone de manifiesto el valor de la escritura en cuanto forma de expresión, comunicación, defensa y autoafirmación de las personas presas en la España Moderna.
